Más cerca de los 31 que de los 30, culmino un año lleno de cambios, y aunque creo que seguiran las novedades, va a ser un buen año, el número 31 da buena onda y el 2008 capicua, esta nevando con lo que año de nieves, año de bienes, y porque toca ya.
Hoy despido al último miembro de la clase de montaje de la escuela, Sandrita que se muda a Sevilla para cambiar de aires y me deja una pequeña nostalgia aunque sé que pronto vendra a visitarnos. Lejos quedan los tiempos de cañitas y bocadillos de jamón, de las noches del cibeles, y el rincón del gato, fueron unos días muy divertidos los que pasamos, entre busquedas de trabajo, ligues estramboticos, mudanzas, viajes, fiestas y demás.
Yo por el momento me quedo aquí, me gusta esta ciudad, me gusta vivir aquí, y los planes de este año son dejar de pensar en lo que no hice, y hacerlo, terminar los libros pendientes, los cortos que nunca hice.
Espero que la era treita sea mucho mejor que la era veinte, y como dice Chucho en su canción "que lo mejor de nuestra vida esta por ocurrir"
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1 comentario:
si, he de reconocer que a veces hasta se echa de menos Madrid... la verdad es que en ninguna otra parte se tiran tan bien las canyas - en ambos sentidos, claro. Saludos
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