jueves, 27 de diciembre de 2007

Y llego la Navidad...

Era Navidad!!! se notaba en las calles repletas de gente y con las tarjetas de crédito en la boca,dispuestos a comprar todo, todo y todo, las luces navideñas brillan y es tiempo de vacaciones, de volver a casa y de estar con la familia.
Mis navidades comenzaron con los famosos reencuentros con los amigos. Este año el encuentro tuvo lugar en la topera, bar de Zaragoza en la que nos sirven las jarras de litro a lo Aleman, parece un poco bruto pero nos encanta.La topera tiene muchos encantos, como sus tapas de las que casi nunca disfrutamos, las paredes están forradas con fotos de algunos nuestros amigos.
Un año nos contamos todas las buenas nuevas la verdad es que las de este año eran muy muy buenas y para celebrar tales noticiones salimos a bailar y bailamos mucho hasta que cerraron los bares. Un sitio que también es un punto de encuentro vital en la ciudad es "la lata de bombillas" Ahora que la gruta está cerrada, hay sitios como el fantasma que aunque hayan cambiado de nombre, y de dueños seguimos iendo porque son entrañables y nos quedan cerca de casa.
Lo que más me gusta de las navidades en Zaragoza es ese sentimiento de lo habitual y de lo que ya no es habitual, es estar en Zaragoza en los bares que ya no son lo que eran, las calles cambian, las tiendas, pero seguimos teniendo el punto adolescente, de seguir saliendo y bailando de sentir que es nuestra ciudad, aunque no la vivamos cotidianamente siempre estará, y nosotros pese a que la vida nos vaya cambiando, nuestros gustos creciendo, y nos vayamos multiplicando, la base, el ser en sí, sigue siendo el mismo, y eso es lo que mola.

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